El ciclismo representa un caso único en el mundo del mecenazgo deportivo, ya que las marcas y empresas patrocinadoras no son meros anunciantes, sino que forman parte de la competición.

Un coche convencional impulsado por gasolina o gasóleo necesita entre 60 y 80 euros de combustible para recorrer 1.000 kilómetros, teniendo en cuenta las tarifas de carburante y sin considerar otros gastos, como el desgaste mecánico. Con un coche eléctrico es posible realizar el mismo trayecto con menos de 10 euros. Así lo han hecho Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera, jurados del popular programa de televisión Masterchef, junto a trabajadores de Endesa, en la segunda edición de la Vuelta a España en Vehículo Eléctrico, que concluyó este domingo en Madrid.

Europa se ha marcado como objetivo en 2050 la desaparición de los vehículos de combustibles fósiles; para ello es necesario un proceso gradual que permita en 2030 un transporte limpio en el centro de las principales ciudades. Aunque esta fecha pueda antojársenos lejana, lo cierto es que en los últimos años se han incentivado los planes de impulso a la compra de vehículos eléctricos por parte de comunidades autónomas, ayuntamientos e instituciones públicas.

Aparcamiento gratuito en la zona azul, bonificaciones en el pago del impuesto de tracción mecánica del 75%, exención de pagar el IVA o subvenciones directas para la compra de un coche de hasta 5.000 euros. Estas son algunas de las ayudas directas y subvenciones que los distintos gobiernos central, autonómicos y ayuntamientos cuentan para compensar el sobrecoste que actualmente tiene la adquisición de un vehículo eléctrico respecto de un modelo homólogo con motor de combustión. A estas se unen también los incentivos y tarifas especiales que algunas compañías relacionadas con la movilidad y la energía ofrecen como estímulo para contribuir al incremento de la movilidad eléctrica.